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jueves, 19 de mayo de 2022

¿Felicidad falsa o verdadera?

Para hacernos la pregunta de si existe una felicidad falsa o una verdadera, es preciso saber qué se define por felicidad. La definición que aparece en el diccionario es “estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno”. Por lo tanto, el concepto que se tiene de felicidad se refiere a cuando disfrutas de algo que te gusta, como sentirse realizado con el trabajo que realizas, descansar o comer en un buen restaurante... Sin embargo, realmente la felicidad es un sentimiento muy difícil de explicar y definir, porque es algo tan subjetivo, que no existen parámetros que determinen si algo es felicidad o no. Lo que a alguien le puede hacer feliz, puede que a otra persona no se lo haga de la misma manera, o incluso no le genere ninguna felicidad.

Es por eso, por el hecho de ser tan subjetiva y libre, que a veces la felicidad se puede confundir con el placer momentáneo, el que te dan las cosas materiales. Eso se define como falsa felicidad, porque cuando ese “algo” material desaparece o se le deja de dar tanta importancia, la felicidad desaparece con él. Por ejemplo, si preguntásemos a cualquier adolescente de ahora qué es lo que necesitaría para ser feliz, puede que te dijera que el último móvil del mercado. Sin embargo, en el momento que lo tuviera dejaría de conformarse con eso, y querría unas zapatillas nuevas, más ropa o cualquier otra cosa; por lo que se generaría una inconformidad constante, que provocaría que no alcance nunca la felicidad.

Precisamente, es debido a la insatisfacción humana por lo material que se denomina falsa felicidad, pues no es el camino para hallar la felicidad. La verdadera felicidad no se encuentra en lo material, sino en lo intelectual. La verdadera felicidad se alcanza cuando logras una sensación de plenitud en tu interior sin necesidad de agentes externos que te la provoquen; se es feliz cuando no intentas serlo ni forzarlo, simplemente cuando te encuentras a gusto contigo mismo sin tener en cuenta las cosas materiales.


Imagen filosófica

 


domingo, 15 de mayo de 2022

LA CLASE DE FILOSOFÍA

Creo que la clase de filosofía me ha servido para mucho este año. Nunca antes había estudiado esta materia, por lo que no puedo comparar con la experiencia de otros años. Simplemente me ha parecido muy interesante. Al no haber estudiado nunca antes filosofía, afrontaba el curso con muchas inquietudes. Mis expectativas hacia la materia eran diferentes: no sabía si me iba a gustar, o si iba a entender las cosas, tampoco sabía lo difícil que resultaría...Sin embargo, a partir de las primeras semanas de curso todas mis dudas fueron desapareciendo.

Yo tenía una idea previa acerca de lo que una clase de filosofía supondría. El concepto que yo tenía de una clase de filosofía era que sería una asignatura similar a historia, pero en vez de aprender y estudiar conflictos y guerras de los siglos pasados, estudiar la vida y pensamiento de los diferentes filósofos y pensadores. En cambio, estaba totalmente equivocada. En las clases de filosofía se estudian los pensamientos de los filósofos de varios siglos atrás, pero no lo estudias de manera teórica.

En vez de dar una teoría que luego tendremos que memorizar y soltar en un examen, nuestro profesor hace las clases de filosofía mucho más amenas. Nos cuenta acerca de la vida de cada filósofo, y al hablar de su pensamiento nos pone muchos ejemplos. Creo que eso es lo que hace que nos sea fácil de entender, pues para mí es más fácil recordar una pequeña historia en la que se explique un pensamiento filosófico que aprenderlo de manera teórica.

Además, si no lo entiendes, intenta poner otro ejemplo con el que quizás estés más familiarizado, hasta que consigues entenderlo. Me parece que en filosofía lo importante no es memorizar, sino entender las cosas bien, y luego poder mostrarlo en el examen.

Algo que me gustaría resaltar es que en los exámenes, aunque hayas estudiado bastante, es difícil sacar un poco más de nota, porque tienes que desarrollar ejemplos con los que no has trabajado o no entiendes en ese momento. Sin embargo me parece bien que hagamos tres exámenes cada trimestre, porque te permite tener más notas, y es bueno por si alguno lo haces peor.

Creo que las clases de filosofía son muy importantes, porque nos sirven para desarrollar un criterio propio y aprender a pensar por nosotros mismos, independientemente de la opinión de los demás. Creo que en filosofía también aprendemos mucha cultura general, lo que es muy importante porque necesitamos conocer los hechos importantes que ocurrieron y siguen ocurriendo por todo el mundo, ya que así podremos dar opiniones razonadas acerca de ello. 

sábado, 26 de febrero de 2022

El Transhumanismo: ¿Mejora o final de la especie humana?

Desde su aparición a finales del siglo XX, el transhumanismo ha generado mucha controversia y ha recibido mucha atención del público. Cada uno ha ido formando su opinión acerca de esta teoría filosófica, estando algunos a favor, y, otros, desarrollando una opinión negativa hacia ella.

En esta disertación trataremos el tema del transhumanismo, analizando cada uno de sus objetivos y características, aplicando una visión negativa hacia él, y aportando una valoración objetiva, pero también una valoración personal.

El transhumanismo como tal, se puede definir como una teoría filosófica basada en la creencia y el deseo de que la especie humana debe evolucionar, sirviéndose de todos medios tecnológicos posibles, tanto los que están hoy en día a nuestro alcance como otros por desarrollar. El objetivo de esta teoría es mejorar la especie y todas sus capacidades. Sin embargo, desde su aparición a finales del siglo XX, ha sido un tema muy debatido, pues se han formado opiniones en contra, basándose en la defensa de la ética y los principios humanos.

¿Es el transhumanismo tan beneficioso como parece serlo? ¿Debemos aspirar a todas esas mejoras de la sociedad que propone? ¿Qué pasaría si lleváramos a cabo todos los objetivos del transhumanismo, seguiríamos siendo humanos, o seríamos una especie nueva?

Uno de los objetivos del transhumanismo es alcanzar la superlongevidad, aumentando la esperanza de vida e intentando lograr la inmortalidad. Está comprobado que, en países con una mayor calidad de vida, donde los ciudadanos tienen un nivel económico medio-alto y pueden acceder a servicios sanitarios, entre otros aspectos, la esperanza de vida es mayor. Desde un punto de vista económico, esto supone un gran problema, puesto que en un futuro habrá que dar pensiones y proveer a todos los ancianos de una asistencia sanitaria cuando ya no continúan trabajando. Siguiendo con la inmortalidad, es un tema bastante polémico. Aparte de la viabilidad científica, que aún no ha logrado esos avances, existe un debate moral. ¿Es la inmortalidad una característica humana? Si lográramos ser inmortales, ¿sería ético? Lo primero es que no estaría al alcance de todos los bolsillos, y eso generaría mucha injusticia y desigualdad, puesto que no sería justo privar a la población de un avance como ese. Además, se perdería un poco el sentido de la vida, ya que no se le tendría miedo a la muerte, y no habría ninguna necesidad de hacer las cosas bien o mal, puesto que si recibes una condena por ello seguirías pudiendo disfrutar sin haber perdido tiempo de tu vida. La sociedad sufriría importantes cambios a peor, puesto que la gente no tendría miedo a las consecuencias de sus actos.

Después, respecto a la superinteligencia, ¿tiene sentido implantar un microchip a una persona para encontrar cualquier información en segundos? ¿Tendrían lógica las pruebas y exámenes? La superinteligencia es una cuestión muy interesante, científicamente hablando. Es un logro que, si se llevara a cabo, sería un gran descubrimiento para la ciencia, pero también un atraso para la humanidad. Es paradójico cómo una nueva tecnología podría empeorar la sociedad. En primer lugar, la educación perdería todo el sentido. Desde niños hemos ido aprendiendo cosas, y hemos adquirido conocimientos que hemos tenido que aplicar posteriormente en exámenes y pruebas, obteniendo calificaciones en base a nuestro esfuerzo, y nuestra capacidad de reflejar lo aprendido. Si tuviéramos un microchip que nos proporcionara toda esa información, ¿tendría sentido esforzarse para hacer un examen? La respuesta es que no. Si tienes la oportunidad de hacer algo con un esfuerzo mínimo, sería una tontería memorizar algo. Se perdería el concepto del estudio y el esfuerzo, por no hablar de las consecuencias que traería para la sociedad. Muchísimos puestos de trabajo necesitan una cualificación y unos estudios determinados y, a día de hoy, no todo el mundo tiene la misma formación. Si un implante en la cabeza te trasmitiera la información necesaria para realizar tu trabajo, cualquiera podría acceder a él sin apenas esfuerzo. Ignorando la viabilidad científica y la deshumanización que supondría, se nos presentaría el mismo problema que antes: la desigualdad en el mundo. En el caso de que los ricos accedieran a estos avances, ¿qué les quedaría a los pobres si todos los trabajos que requieran conocimientos van a ir destinados a los ricos? Es obvio que no podrían competir contra un microchip, pero, entonces, ¿qué pasaría con ellos?

La superfelicidad también es un objetivo a resaltar: conseguir el bienestar de una persona a raíz de fármacos o la realidad virtual. No parece una mala opción eliminar todo nuestro sufrimiento, todo lo que nos haga sentir dolor. Sin embargo, el dolor es una cosa necesaria y muy útil. Si no sintiéramos dolor, nos haríamos muchas más heridas y lesiones, que no sentiríamos y podrían empeorar gravemente nuestra salud. Además, ¿es una buena idea eliminar el dolor a base de fármacos? Los fármacos tienen mucha utilidad para hacernos sentir mejor, y curar nuestras afecciones. Sin embargo, ¿sería bueno para la salud eliminar el dolor al completo con fármacos? Si por cada señal de dolor que aparezca en nuestro organismo, por mínima que sea, es necesario hacer uso de un fármaco, dejaríamos nuestro hígado y riñones gravemente dañados, puesto que a lo largo de la vida sufrimos muchas pequeñas afecciones que no necesitan de su uso. Por lo olvidar la realidad virtual. ¿Seríamos conscientes de la vida real si viviéramos en un mundo sin dolor? Puesto que el dolor, en distinto grado, va a estar presente en todas las relaciones con personas, eliminar el dolor sería eliminar a la gente, y un mundo en soledad sería mucho peor, aparte de contradictorio con el objetivo.

Tras haber visto algunos de los aspectos del transhumanismo y lo que quieren lograr, y haberlos analizado con un punto de vista contrario, concluyo con que es una teoría bastante improbable además de contradictoria. Es improbable puesto que por ahora no disponemos de los avances necesarios para lograr los objetivos y se necesitarían unos conocimientos muy superiores. También es una teoría contradictoria, porque si busca mejorar la sociedad, con los cambios que haría, conseguiría aumentar la injusticia o la desigualdad social, lo que supondría una vuelta atrás en la evolución.