Desde su aparición a finales
del siglo XX, el transhumanismo ha generado mucha controversia y ha recibido
mucha atención del público. Cada uno ha ido formando su opinión acerca de esta
teoría filosófica, estando algunos a favor, y, otros, desarrollando una opinión
negativa hacia ella.
En esta disertación
trataremos el tema del transhumanismo, analizando cada uno de sus objetivos y
características, aplicando una visión negativa hacia él, y aportando una
valoración objetiva, pero también una valoración personal.
El transhumanismo como
tal, se puede definir como una teoría filosófica basada en la creencia y el
deseo de que la especie humana debe evolucionar, sirviéndose de todos medios
tecnológicos posibles, tanto los que están hoy en día a nuestro alcance como otros
por desarrollar. El objetivo de esta teoría es mejorar la especie y todas sus
capacidades. Sin embargo, desde su aparición a finales del siglo XX, ha sido un
tema muy debatido, pues se han formado opiniones en contra, basándose en la
defensa de la ética y los principios humanos.
¿Es el transhumanismo tan
beneficioso como parece serlo? ¿Debemos aspirar a todas esas mejoras de la
sociedad que propone? ¿Qué pasaría si lleváramos a cabo todos los objetivos del
transhumanismo, seguiríamos siendo humanos, o seríamos una especie nueva?
Uno de los objetivos del
transhumanismo es alcanzar la superlongevidad, aumentando la esperanza de vida
e intentando lograr la inmortalidad. Está comprobado que, en países con una
mayor calidad de vida, donde los ciudadanos tienen un nivel económico medio-alto
y pueden acceder a servicios sanitarios, entre otros aspectos, la esperanza de
vida es mayor. Desde un punto de vista económico, esto supone un gran problema,
puesto que en un futuro habrá que dar pensiones y proveer a todos los ancianos
de una asistencia sanitaria cuando ya no continúan trabajando. Siguiendo con la
inmortalidad, es un tema bastante polémico. Aparte de la viabilidad científica,
que aún no ha logrado esos avances, existe un debate moral. ¿Es la inmortalidad
una característica humana? Si lográramos ser inmortales, ¿sería ético? Lo
primero es que no estaría al alcance de todos los bolsillos, y eso generaría
mucha injusticia y desigualdad, puesto que no sería justo privar a la población
de un avance como ese. Además, se perdería un poco el sentido de la vida, ya
que no se le tendría miedo a la muerte, y no habría ninguna necesidad de hacer
las cosas bien o mal, puesto que si recibes una condena por ello seguirías
pudiendo disfrutar sin haber perdido tiempo de tu vida. La sociedad sufriría
importantes cambios a peor, puesto que la gente no tendría miedo a las
consecuencias de sus actos.
Después, respecto a la
superinteligencia, ¿tiene sentido implantar un microchip a una persona para encontrar
cualquier información en segundos? ¿Tendrían lógica las pruebas y exámenes? La
superinteligencia es una cuestión muy interesante, científicamente hablando. Es
un logro que, si se llevara a cabo, sería un gran descubrimiento para la
ciencia, pero también un atraso para la humanidad. Es paradójico cómo una nueva
tecnología podría empeorar la sociedad. En primer lugar, la educación perdería
todo el sentido. Desde niños hemos ido aprendiendo cosas, y hemos adquirido
conocimientos que hemos tenido que aplicar posteriormente en exámenes y
pruebas, obteniendo calificaciones en base a nuestro esfuerzo, y nuestra
capacidad de reflejar lo aprendido. Si tuviéramos un microchip que nos
proporcionara toda esa información, ¿tendría sentido esforzarse para hacer un
examen? La respuesta es que no. Si tienes la oportunidad de hacer algo con un
esfuerzo mínimo, sería una tontería memorizar algo. Se perdería el concepto del
estudio y el esfuerzo, por no hablar de las consecuencias que traería para la
sociedad. Muchísimos puestos de trabajo necesitan una cualificación y unos
estudios determinados y, a día de hoy, no todo el mundo tiene la misma
formación. Si un implante en la cabeza te trasmitiera la información necesaria
para realizar tu trabajo, cualquiera podría acceder a él sin apenas esfuerzo. Ignorando
la viabilidad científica y la deshumanización que supondría, se nos presentaría
el mismo problema que antes: la desigualdad en el mundo. En el caso de que los
ricos accedieran a estos avances, ¿qué les quedaría a los pobres si todos los
trabajos que requieran conocimientos van a ir destinados a los ricos? Es obvio
que no podrían competir contra un microchip, pero, entonces, ¿qué pasaría con
ellos?
La superfelicidad también
es un objetivo a resaltar: conseguir el bienestar de una persona a raíz de
fármacos o la realidad virtual. No parece una mala opción eliminar todo nuestro
sufrimiento, todo lo que nos haga sentir dolor. Sin embargo, el dolor es una
cosa necesaria y muy útil. Si no sintiéramos dolor, nos haríamos muchas más
heridas y lesiones, que no sentiríamos y podrían empeorar gravemente nuestra
salud. Además, ¿es una buena idea eliminar el dolor a base de fármacos? Los
fármacos tienen mucha utilidad para hacernos sentir mejor, y curar nuestras afecciones.
Sin embargo, ¿sería bueno para la salud eliminar el dolor al completo con fármacos?
Si por cada señal de dolor que aparezca en nuestro organismo, por mínima que
sea, es necesario hacer uso de un fármaco, dejaríamos nuestro hígado y riñones
gravemente dañados, puesto que a lo largo de la vida sufrimos muchas pequeñas
afecciones que no necesitan de su uso. Por lo olvidar la realidad virtual. ¿Seríamos
conscientes de la vida real si viviéramos en un mundo sin dolor? Puesto que el
dolor, en distinto grado, va a estar presente en todas las relaciones con
personas, eliminar el dolor sería eliminar a la gente, y un mundo en soledad sería
mucho peor, aparte de contradictorio con el objetivo.
Tras haber visto algunos
de los aspectos del transhumanismo y lo que quieren lograr, y haberlos
analizado con un punto de vista contrario, concluyo con que es una teoría
bastante improbable además de contradictoria. Es improbable puesto que por
ahora no disponemos de los avances necesarios para lograr los objetivos y se
necesitarían unos conocimientos muy superiores. También es una teoría
contradictoria, porque si busca mejorar la sociedad, con los cambios que haría,
conseguiría aumentar la injusticia o la desigualdad social, lo que supondría
una vuelta atrás en la evolución.